A mi Frida, su Frida
no sé hasta dónde hubiese llegado, tan solo con ver tus ojos..
el brillo incandescente
de tu alma revolucionaria que se escurre en mis adentros/
que perdone Don Diego.., pues simplemente/
soy culpable de una quimera del ayer/
de un desdén que me sepulta en la ironía del tiempo inalcanzable/
es de tu alma de
quien no quiero desprenderme/
requiero ahora mismo/
de un gramo de esa
voluntad inquebrantable que te cubre toda/
desde ayer/
te sueño en la Casa Azul
/
solo para desde un rincón /
hacer una pincelada furtiva entre tus manos/
llévame contigo..
que yo también quiero tener alas pa’ volar/
como tú ..
no quiero volver
jamás …