La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.
Jorge Luis Borges

miércoles, 20 de abril de 2011

LA LOCA DE LA CASA



Pocas oportunidades  tengo la suerte y la  voluntad para leer un libro dos veces , siempre hay razones de sobra para decidir tal  asunto (  es que  a veces pensamos que si no leemos el último grito de la moda en narrativa no estamos en  onda), pues en este caso debe ser  la forma de narrar y de expresar las propias ideas que  me ha parecido tan sincera y a la vez tan deliciosa la lectura, que he vuelto tras las letras de Rosa Montero en “La Loca de la Casa” título tomado  en base a las palabras de Santa Teresa de Jesús al referirse a la imaginación , en verdad me gustó y me gusta mucho, hay una habilidad extraordinaria en fusionar  el ensayo literario , las anécdotas, y la apreciación personal sobre lo que significa “ser escritor” pues  se habla desde Cervantes hasta Proust , pero con una sutileza y sencillez que desearía que nunca termine la lectura de este pequeño y exquisito  libro , destaco sobre todo la naturalidad con que se juzgan los hechos  , los criterios ,las posturas  sin pasiones desmedidas , dejando ver lo que lleva el alma de quien considera a  la literatura como parte si misma y de cada segundo de su vida.

lunes, 11 de abril de 2011

MIENTRAS SUEÑO





El agua escapa libérrima entre mis manos,


que resignadas no pueden más que aceptar un imposible.

Segundos que pasan sin dar una sola mirada atrás,

y el reloj colgado en la pared,

es un caminante que agita sus brazos inexorables.

No sé  por qué esta tarde gris, me recuerda las huellas que ayer dejamos juntos en la arena.

El inevitable transcurrir..

celebra hoy  el paso a una eternidad que se convierte en sueño recurrente.



Mientras pienso,
mientras sueño despierto,
me aproximo  como un  frágil velero al horizonte.

Hacia ese sol que cae ,
a esa intermitencia azul  que corre violenta por nuestros orígenes.

domingo, 10 de abril de 2011

ÉTICA DE LA INTERDEPENDENCIA - ADELA CORTINA



«Las personas somos –todas- radicalmente dependientes. Es verdad que en la cultura occidental hemos ocultado cosa tan obvia, por admiración hacia esa otra capacidad nuestra, la autonomía, que los individuos y los pueblos persiguen como una aspiración... Y, sin embargo, a cada persona acompañan desde la raíz la inevitable dependencia y la aspiración a la autonomía, la vulnerabilidad y la capacidad de hacer la propia vida.


Por eso, curiosamente, la única forma humana de conquistar una cierta independencia es la práctica de la interdependencia. Parece un juego de palabras, pero no lo es. Es el sueño de los viejos anarquistas, el apoyo mutuo, que hace progresar a los individuos y a las especies. El sueño cristiano y socialista de la solidaridad»



Adela Cortina. “Ética de la interdependencia”. EL PAÍS, 6-9-2008, pg. 21.